¿Qué es el Ayurveda?



Om Saha Nau-Avatu
Saha Nau Bhunaktu
Saha Viiryam Karavaavahai
Tejasvi Nau-Adhiitam-Astu Maa Vidvissaavahai Om Shaantih Shaantih Shaantih

 

Que juntos seamos protegidos

Que juntos nos esforcemos

Que no surjan entre nosotros malas interpretaciones,


para que el aprendizaje sea luminoso

y fructífero para todos.

 

Om Purnamadah Purnamidam

Purnat Purnamudachyate;

Purnasya Purnamadaya

Purnameva Vashishyate OM

 

Aquello es Perfecto. Esto es Perfecto;

De lo Perfecto sale sólo lo Perfecto.

Aún después de tomar lo Perfecto,

Es Perfecto lo que queda.

                                            QUÉ ES EL AYURVEDA

              El Ayurveda es la medicina milenaria y tradicional de la India cuyo propósito principal es la prevención de enfermedades y la organización de una rutina diaria para el mantenimiento de la salud física, mental y espiritual para que el ser humano pueda lograr su propósito en la tierra.

Los pilares fundamentales son el yoga, la meditación, los sistemas alimentarios, el masaje, los colores, los aromas, la música, todo adecuado a nuestros tipos corporales.

El Ayurveda reconoce al ser humano como un microcosmos dentro del gran macrocosmos que es el universo y explica que la interacción entre ambos es lo que determina el estado  de equilibrio y salud.

La palabra sánscrita “Ayur” significa “vida” y “veda”, significa “conocimiento”, vale decir, que son los conocimientos necesarios para tener una vida buena y longeva.

Hace 5000 años, los rishis o sabios de India se reunieron en un gran concilio para examinar en profundidad la raíz de las enfermedades. Después de meditar y observar la naturaleza, lograron los conocimientos necesarios para tratar las mismas.

Fue entonces que se estableció un sistema de salud que se transmitía de padres a hijos en forma oral.

Uno de los libros más importantes del Ayurveda es el Charaka Samhita que es un  compilado de información del Dr. Charaka, que era un doctor muy reconocido en medicina.

 

Los Cinco Grandes Elementos

Para entender el cuerpo, primero hay que entender los Cinco Grandes Elementos. Toda la materia que existe en el universo está hecha de tierra, agua, fuego, aire y éter. Estos elementos no son como los de la Tabla Periódica; son más bien estados de la materia. La tierra representa el estado sólido; el agua, el líquido; el aire, el gaseoso; el fuego, el poder de cambiar el estado de cualquier sustancia; y el éter, el ámbito que es simultáneamente la fuente de toda materia y el espacio donde ésta existe. Estos elementos, de los cuales el éter es el menos denso y la tierra el más sólido, son etapas de la manifestación de la materia.

Como todas las sustancias de nuestro mundo están hechas de estos cinco elementos, a todas se las puede clasificar de acuerdo con el elemento que predomine en ellas. De cualquier sustancia que en condiciones normales sea un gas se dice que está compuesta principalmente de aire, y de cualquier cosa que por lo general sea líquida se dice que está hecha principalmente por agua. Las sustancias que son de fuego son reactivas y tienden a causar alteración en el estado de otras sustancias. El predominio del éter en una sustancia se revela en su falta de densidad.

          De cualquier cosa que sea sólida a temperatura ambiente, como una montaña, se dice que está compuesta principalmente por el elemento tierra. Una montaña también posee agua, fuego, aire y éter, pero las cantidades de estos elementos son mucho más reducidos que la cantidad del elemento tierra, y por lo tanto, el equilibrio que la montaña crea para sí es sólido en condiciones normales. Si las rocas de esa montaña se calentaran, se licuarían, manifestando su naturaleza de agua, y después hervirían, mostrando su naturaleza de aire, y durante todo el tiempo estarán resplandecientes, irradiando la luz y el calor del elemento fuego. Todas estas metamorfosis se producirían dentro del espacio, el elemento éter.

El concepto de éter se parece al moderno concepto de la mecánica cuántica, el del ámbito a partir del cual se crea toda la materia, y en el que toda materia se resuelve. El éter es paradójico: existe y sin embargo no existe. Es la fuente de todos los demás elementos, el depósito de toda la energía creativa del universo, pero no interacciona con los demás elementos. La principal cualidad del éter es el sonido, palabra que aquí implica el espectro de las vibraciones en su totalidad: los infrasonidos, los sonidos audibles; los rayos infrarrojos, la luz visible, la luz ultravioleta, la microondas, los rayos X, los rayos gamma y la radiación cósmica. Sólo las vibraciones más lentas y de frecuencia más baja pueden pasar a través de la tierra, mientras que todas las vibraciones pueden pasar a través del éter.

Charaka define al ser humano como la reunión de los Cinco Grandes Elementos más el “yo inmaterial”: La tierra está representada en el hombre por la dureza, el agua por la humedad, el fuego por el calor, el aire por el aliento vital, el éter por los intersticios, y el yo por el espíritu que mora en su interior.

El doctor Yeshe Donden, que en su momento fue el médico personal del Dalai Lama del Tibet, explica las funciones de estos elementos con una analogía tomada del mundo vegetal. La tierra, dice, constituye la base de una zanahoria; el agua es el factor de cohesión que la mantiene unida; el fuego le permite madurar; el aire la hace crecer, y el éter le da e espacio en el que se manifiesta y se desarrolla.

 Cualidades de los Cinco Grandes Elementos

Éter o espacio  (Akasha)

Oscuro

La característica física es la no resistencia.

Energía a la que pertenece: nuclear

No tiene forma.

Es estático

Universal

Inclusivo

Omnipresente

Permea, satura e impregna todo

Sutil

Liviano

Vacío

Expansivo (aún hoy continúa en expansión)

 

Aire (Vayu)

Se crea a partir del espacio en movimiento

La característica física es el movimiento y la fuerza

Energía a la que pertenece: eléctrica

No tiene forma

Claro

Liviano

Seco

Móvil

 

Fuego (Agni)

La característica física es calor e iluminación

Energía a la que pertenece: radiante

Luminoso

Penetrante o agudo

Seco

Caliente

Transformación

 

Agua (Jala)

La característica física es la fluidez

Energía a la que pertenece: química

Adherente o cohesiva

Densa

Fría

Viscosa

Blanda

Pesada

 

Tierra (Prithvi)

La característica física es la aspereza y dureza

Energía a la que pertenece: energía física o mecánica

Estable

Voluminosa

Lenta

Densa

Firme

Áspera o rugosa

Dura

Rígida

Fija

Pesada

Sólida

El hombre como microcosmos

           El hombre es un microcosmos de la naturaleza y, así como los cinco elementos básicos están presentes en toda materia, también existen en cada individuo. En el cuerpo humano hay muchos espacios que son la manifestación del elemento éter. Hay, por ejemplo, espacios en la boca, en la nariz, en el tubo digestivo, en las vías respiratorias, en el abdomen, en los capilares, en los vasos sanguíneos, en los tejidos y en las células.

El espacio en movimiento se llama aire, que es el segundo elemento cósmico, el elemento del movimiento. En el cuerpo humano, este elemento se manifiesta en la actividad mayor de los músculos, las pulsaciones del corazón, la expansión y contracción de los pulmones y los movimientos del estómago y los intestinos. A través de un microcosmos se ven las células en movimiento. Las respuestas a los estímulos generan los impulsos nerviosos aferentes y eferentes, es decir los movimientos sensoriales y motores. La actividad completa del sistema nervioso central es gobernada por el aire del cuerpo.

El tercer elemento es el fuego. El sol es la fuente del fuego y de la luz en el sistema solar. En el cuerpo humano, la fuente del fuego es el metabolismo. El fuego trabaja en el sistema digestivo y se manifiesta como inteligencia en la materia gris de las células cerebrales. También activa la retina que percibe la luz. Así, la temperatura del cuerpo, la digestión, los procesos del pensamiento y de la visión, son funciones del fuego corporal. Todo el metabolismo y el sistema enzimático es controlado por este elemento.

            El agua es el cuarto elemento en el cuerpo. Se manifiesta en las secreciones de los jugos digestivos y las glándulas salivales, en las membranas mucosas, en el plasma y citoplasma. El agua es absolutamente vital para el funcionamiento de los tejidos, órganos y sistemas. Por ejemplo, la deshidratación como resultado de la diarrea y el vómito, debe tratarse inmediatamente para proteger la vida del paciente. Debido a su vital importancia, el agua del cuerpo se llama Agua de la Vida.

La tierra es el último y quinto elemento del cosmos que está presente en el microcosmos. La vida es posible en este plano porque la tierra sostiene todas las sustancias vivas e inanimadas en su superficie sólida. En el cuerpo, las estructuras

sólidas -huesos, cartílagos, uñas, músculos, tendones, piel y pelo- se derivan de la tierra.”

 

La constitución humana

 

Éter, aire, fuego, tierra y agua, los cinco elementos básicos se manifiestan en el cuerpo humano como tres principios básicos o humores, conocidos como la tridosha. A partir del éter y el aire, se manifiesta el principio corpóreo del aire llamado Vata (el que mueve las cosas). En terminología sánscrita, a este principio se le conoce como Vata dosha). Los elementos fuego y agua se manifiestan juntos en el cuerpo como el principio de fuego llamado Pitta (el que digiere las cosas). La tierra y el agua se manifiestan como el humor del agua llamado Kapha (el que une las cosas).

Estos tres elementos-vata, pitta y kapha- gobiernan todas las funciones biológicas, psicológicas y patológicas del cuerpo, la mente y la conciencia. Actúan como constituyentes básicos y barreras protectoras del cuerpo, en su condición fisiológica normal. Cuando están desequilibrados, contribuyen al proceso de la enfermedad.

La tridosha es responsable de las “necesidades naturales” y preferencias individuales en cada comida: sabor, temperatura y demás. Ella gobierna la creación, mantenimiento y destrucción de tejidos, la eliminación de desperdicios del cuerpo. También es responsable del comportamiento psicológico, por lo que incluye emociones como miedo, furia, avaricia y las más altas como comprensión, compasión y amor. Es decir, la tridosha es la base de la existencia psicosomática del hombre.

La constitución básica de cada individuo se determina en la concepción. En el momento de la fertilización, la unidad masculina, el espermatozoide, se une con la unidad femenina, el óvulo. Es en esta unión, que la constitución del individuo se determina debido a las permutaciones y combinaciones del aire, fuego, agua y tierra en el cuerpo de los padres.

Los doshas son: vata, pitta y kapha y sus combinaciones son: vata-pitta, pitta-vata, pitta-kapha, kapha-pitta, vata-kapha, kapha-.vata y vata-pitta-kapha. Entre estos doshas hay innumerables variaciones sutiles que dependen de la proporción de vata, pitta y kapha que exista en la constitución.

           En sánscrito, se llama prakruti a la constitución, un término que significa “naturaleza”, “creatividad” o la primera creación”. En el cuerpo, la primera expresión de los cinco elementos es la constitución. La constitución básica del individuo permanece fija durante toda la vida, pues está genéticamente determinada. La combinación de los elementos presentes en el nacimiento es constante, pero la combinación que gobierna los continuos cambios patológicos del cuerpo, se altera en respuesta a los cambios del medio ambiente.

Durante la vida, existe una interacción incesante entre el medio ambiente interno y el externo. El ambiente externo abarca las fuerzas internas (microcosmos). Un principio básico del Ayurveda es que se pueden equilibrar fuerzas internas que funcionan en el individuo, modificando la dieta y los hábitos, según sea necesario, para contrarrestar los cambios de su ambiente externo.

 

Comprensión de la Tridosha

 

De acuerdo con el Ayurveda, el primer requisito para la autocuración y curación de otros es la comprensión de las tres dosha. El concepto de vata, pitta y kapha es único en el Ayurveda y tiene el poder de revolucionar los sistemas curativos de Occidente. Sin embargo, el concepto de estos tres principios y las palabras sánscritas vata, pitta y kapha son difíciles de traducir a términos occidentales.

Vata es el principio del movimiento. Lo que se mueve se llama vata, y por ello puede traducirse como el principio corpóreo del aire. Pero el elemento aire de la atmósfera no es el mismo que el del cuerpo. El aire corpóreo o vata se caracteriza por la energía sutil que gobierna el movimiento biológico. Este principio de movimiento biológico engendra todos los cambios sutiles en el metabolismo. Vata está formado por los elementos éter y aire . Vata gobierna la respiración, el parpadeo, el movimiento de los músculos y tejidos, las pulsaciones del corazón, toda expansión y contracción, los movimientos del citoplasma y las membranas celulares, y el movimiento de los simples impulsos nerviosos. Vata también gobierna los sentimientos tales como nerviosismo, miedo, ansiedad; los dolores, temblores y espasmos. Vata se asienta en el intestino grueso, la cavidad pélvica, los huesos, la piel, los oídos y los muslos. Si el cuerpo desarrolla vata en exceso, se acumulará en esta áreas.

Pitta se traduce como fuego, aunque el término literalmente no tenga ese significado. El fuego de una vela o chimenea se puede ver, pero el calor-energía del cuerpo, la pitta dosha, que se manifiesta como metabolismo, no es visible. Pitta gobierna la digestión, la absorción, la asimilación, la nutrición, el metabolismo, la temperatura del cuerpo, el color de la piel, el lustre de los ojos; también la inteligencia y el entendimiento. Psicológicamente pitta despierta furia, ira, odio y celos. Los lugares de pitta son el intestino delgado, las glándulas sudoríparas, el estómago, la sangre, el tejido adiposo, los ojos y la piel. Pitta se forma por los elementos fuego y agua.

             La traducción de kapha es agua biológica. Este principio se forma por dos elementos: agua y tierra. Kapha  consolida las sustancias del cuerpo generando los elementos para su estructura física.

Este dosha mantiene la resistencia del cuerpo. El agua es el constituyente principal de kapha y el responsable de la fuerza biológica y la resistencia natural de los

tejidos del cuerpo. Kapha lubrica las articulaciones, provee humedad a la piel, ayuda a sanar las heridas, llena los espacios del cuerpo, da fortaleza, vigor y estabilidad, apoya la retención de la memoria, da energía al corazón y a los pulmones y mantiene la inmunidad.  Kapha está presente en el pecho, la garganta, la cabeza, los senos paranasales, la nariz, la boca, el estómago, las articulaciones, el citoplasma, el plasma y las secreciones seromucosas del cuerpo. Psicológicamente, kapha es responsable de las emociones de apego, avaricia y envidia; también se expresa en tendencias a la calma, el amor y el perdón. El pecho es el sitio de kapha.

El equilibrio de la tridosha es necesario para la salud. Por ejemplo, el principio  del aire puede encender el fuego del cuerpo, pero el agua es necesaria para controlar el fuego. De otra manera, el fuego del cuerpo quemaría los tejidos. Vata mueve a kapha y a pitta, pues éstos son inmóviles. La tridosha gobierna las actividades metabólicas: anabolismo (kapha), catabolismo (vata) y metabolismo (pitta). Cuando vata está desequilibrado, el metabolismo se perturba, resultando un catabolismo excesivo, que provoca el proceso de deterioro del cuerpo. Cuando el anabolismo es mayor que el catabolismo, hay un incremento en el crecimiento y reparación de los órganos y tejidos. Kapha en exceso incrementa el grado de anabolismo y vata en exceso crea enflaquecimiento (catabolismo).

Durante la niñez, el anabolismo y el elemento kapha son predominantes, pues es el tiempo del crecimiento físico. En la etapa adulta, el metabolismo y el elemento pitta son los más importantes pues en esta época el cuerpo es maduro y estable. Durante la vejez, el catabolismo y vata son más evidentes: el cuerpo empieza a deteriorarse.

 

 

Om Namo Bhagavate

Vasudevaya Dhanvantraye

Amritakalasha Hastaya

Sarvamaya Vinashanaya

Trailokyanathaya

Shri Mahavishnave Namaha

 

Aquel que sujeta el pote de néctar,  Aquel que mantiene lejos la enfermedad, Aquel que es el señor de los tres mundos. Yo me inclino delante de El y Lo reverencio (a Dhanvantari, patrono del Ayurveda).